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rutina en niños y adolescentes

La rutina en niños y adolescentes es tan importante como las reglas y límites. Tener una estructura diaria les aportará una serie de beneficios que son claves para su desarrollo; no hay que olvidar que tanto niños como adolescentes se encuentran en constante cambio. Estos son normales, pero los ponen frente ante una serie de retos y desafíos que muchas veces no saben cómo afrontar.

Así, el beneficio más importante de tener una rutina clara es que les proporciona seguridad en sí mismos. La estructura garantiza que sepan adelantar lo que va a ocurrir durante el día y lo que se espera de ellos; la rutina les proporciona estructura y les ayuda a organizar su vida.

Beneficios de la rutina en niños y adolescentes

Como ya se dijo, proporcionarles una rutina en niños y adolescentes fomentará en ellos la sensación de seguridad y confianza en sí mismos. Esto les ayudará a estar preparados para los todos cambios que deben vivir a medida que van creciendo.

También, les ayudará a prepararse para aquellos eventos que pueden llegar a ser díficiles o impredecibles como el divorcio de los padres, una enfermedad terminal y/o el fallecimiento de algún familiar.

La seguridad que brinda la rutina en niños y adolescentes es esencial para prevenir problemas de conducta o emocionales.

También enseñan a los niños y adolescentes a ser independientes y disfrutar la satisfacción que viene con ella. De la misma forma, les proveerá de autodisciplina, perseverancia, organización y control. La estructura permite que se interioricen hábitos constructivos que dan seguridad, habilidades para la vida y promueven el éxito en la escuela.

Consejos para crear una rutina en niños y adolescentes

Ofrece opciones

Siempre que sea posible intenta dar opciones a tu hijo/a; es decir, pregúntale si quiere una cosa u otra. Ahora, si necesitas que haga dos cosas, dale la posibilidad que decida cuál hacer primero. Esto le ayudará a ser más independiente y sentir que tiene cierto control sobre las cosas. Sobre todo, reducirá las luchas y peleas que pueden surgir cuando sienten que se les impone lo que deben hacer.

Comienza con una parte del día

Cuando los niños y adolescentes tienen poca estructura o no la tienen en absoluto, lo más recomendable es empezar con una parte del día. Por ejemplo, la hora de la cena y acostarse. Deberás pensar cuáles son las tareas que tu hijo/a debe realizar en ese tiempo: cenar, preparar los libros, cepillarse, bañarse, ponerse el pijama, leer, etc.

Una idea para niños es poner un tablero con las tareas que deben realizar y el orden de ellas. Así no tendrás que recordárselo a cada rato e interiorizarán la rutina mucho mejor. Eso sí, al empezar a implementar una rutina es fundamental tener paciencia; mientras se acostumbran pueden pasar semanas, pero luego de un tiempo lo hará sin necesidad de recordarle.

Crea reglas y límites

Una rutina saludable no está completa sin reglas y límites. Y no solo que existan, sino que estén claras para que todo funcione correctamente. Por ejemplo, no ver la televisión o jugar con dispositivos hasta que acabe con las tareas; recoger los juguetes siempre que acabe de jugar, etc.

Ahora, no trates de poner reglas porque sí, las normas deben ser pensadas y discutidas con anterioridad en familia; no se deben imponer a los niños y adolescentes. Esto asegurará un mejor cumplimiento y evitará comportamientos disfuncionales.

De la misma manera, las consecuencias de traspasar los límites establecidos deben estar claras. Puede ser la retirada de privilegios, como la suspensión del juego hasta que haga lo que debe hacer; nunca el castigo físico.

Se constante, previsible y firme

Ser constante, previsible y firme a la hora de implementar una estructura junto con sus normas es esencial para establecer adecuadamente una rutina en niños y adolescentes. Esto ayudará a disminuir el estrés y aumentar la autoconfianza al saber cómo deben comportarse y a qué atenerse.

Si cumples un día, pero los otros días no y al cabo de la semana vuelves a aplicar la rutina, no tendrá ningún efecto en ellos. La constancia con un poco de flexibilidad es clave.

Se flexible de vez en cuando

Tener flexibilidad es otro consejo importante en una rutina para niños y adolescentes. Puedes permitirle a tu hijo/a saltarse la rutina de vez en cuando o incluso, modificarla para tener más tiempo para hacer una actividad que disfrute mucho.

La flexibilidad es esencial en el desarrollo de los niños y adolescentes. Esto ayudará a que no desarrollen una p ersonalidad rígida y a entender que los cambios son parte de la vida diaria.De la misma forma, a medida que los niños y adolescentes van creciendo y madurando, la rutina también debe cambiar y con ella, las reglas y límites.

¿Sientes que a tus hijos les falta estructura en sus vidas? Aparta una cita y hagamos lo mejor por ellos.

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